La dinámica “Cuerpo Común” como herramienta para el desarrollo endógeno de la comunidad indígena Shuar Yawi, Gualaquiza, Ecuador

La construcción de la información se estructuró a partir de una técnica de evaluación participativa enfocada a generar procesos de discusión colectiva, de aprendizaje y diálogo dirigido a manifestar en el grupo de trabajo un escenario concertado de cambio.
La metodología de trabajo fue la de “cuerpo común”. Esta metodología se plantea como una actividad metafórica experiencial que estimula las representaciones del grupo, en cuanto a los objetivos prefijados expresados en forma de pregunta. En palabra de las autoras: “A través de la metáfora del cuerpo cada participante responde a estímulos metafóricos identificables con una parte del cuerpo”.
Las autoras reportan que al final del taller, se realizó una encuesta anónima para obtener una retroalimentación de la metodología implementada.

El artículo plantea como caso de estudio la capacitación propiciada al “Colectivo Juventud de Emprendedores”, conformado por un grupo de indígenas Shuar de la Amazonía Ecuatoriana, que en 2015 empezó un proceso de emprendimiento para rescatar la sabiduría de sus ancestros y reforestar con plantas de Ilex Guayusa algunas zonas de la provincia de Morona Santiago, Ecuador. Utiliza la metodología del “Cuerpo Común” como herramienta para el fortalecimiento del grupo y la visualización de sus fortalezas y debilidades.

El trabajo de campo se realizó con seis jóvenes de la comunidad Yawi (perteneciente a la nacionalidad Shuar), ubicados en la parroquia de Bomboiza del cantón Gualaquiza, en la provincia de Morona Santiago (Ecuador). Estos jóvenes empezaron un microemprendimiento en 2015 para el cultivo de plantines de Guaysa, aptos para la venta. Aunque las autoras del texto no reportan información especifica sobre el marco ético que guío la investigación, en la metodología plantean un instrumento de retroalimentación del trabajo realizado.

El marco teórico que cobija la investigación plantea que “los sujetos, los grupos, las comunidades y las instituciones continuamente aprenden y desarrollan una creciente participación en la vida social, combinando crecientes niveles de competencias y capacidades para mejorar su propia auto-realización, libertad y autonomía, en el desarrollo sostenible del amplio horizonte de la sociedad-bienestar”.
Retoma la visión del Sumak Kawsay desde una perspectiva decolonial (referenciando para ello el trabajo de Aníbal Quijano), la ecología política y el desarrollo sostenible (desde Maturana y Sen) y la teoría de la complejidad desde una visión del desarrollo educativo (Zizek y Morin); para expresar la revalorización de la cultura ancestral y el desarrollo endógeno como claves analíticas para comprender mejor el fenómeno de estudio.

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La experiencia permitió a los participantes visualizar en un cuerpo colectivo sus propias fortalezas y debilidades, a través del dialogo y de la puesta en común de las diferentes opiniones. Este proceso, consideran las autoras, es fundamental para generar intercambio de opiniones y así fomentar el dialogo entre los integrantes.

“A manera de resumen, el micro-emprendimiento, según los resultados obtenidos y la interpretación de los autores, necesita trabajar fundamentalmente en la unión y compromiso de sus socios, como base para lograr los objetivos y mantener cierta sostenibilidad en el tiempo. Sin embargo, existen buenos valores de base y una óptima alineación con las directrices del Gobierno en temas de micro emprendimientos y revaloración de los saberes ancestrales, lo cual podría facilitar el proceso de empoderamiento del negocio”

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